Dicen que no somos conscientes de lo que tenemos hasta que lo perdemos… Y qué verdad tan grande… Tras dos años viviendo en Logroño (y una temporada en Aranda de Duero) no hay nada mejor que volver a tu tierra y volver a disfrutar de esos pequeños placeres que un día te embaucaron pero que, como siempre los tenías, los dejabas un poco olvidados…
La tetería de Crevillente, que realmente se llama tetería Carmen del Campillo o Casa Morisca, es uno de esos placeres que logra sumergirte en un paraíso y hacerte creer que estás en un cuento propio de las mil y una noches.
Su localización es un tanto difícil y complicada para llegar pero, al final, es un lugar bastante conocido y si preguntas, acabas encontrando este lugar mágico en el que puedes disfrutar de auénticos tés morunos, batidos y zumos de frutas naturales y smothies.
Los jardines, las salas, las aves… todo hace pensar que estás en un auténtico paraíso y es que no es para menos… No sólo puedes disfrutar de un ambiente mágico mientras degustas unas pastas moriscas o escuchas el cantar de sus pájaros sino que, además, tienen salas y jaimas con intimidad para pasar una tarde con encanto y romanticismo.
Hacía por lo menos cinco o seis años que no iba a esta tetería y, la verdad, me ha encantado volver a disfrutar de sus exquisiteces, sus jardines y su trato excelente y profesional. Muy recomendable si estáis cerca de Alicante o Murcia.
MIL BESOS Y GRACIAS POR SEGUIRME SIEMPRE. SOIS GENIALES.
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