Muy buenas tardes!! Hoy os quiero contar la gratificante experiencia que tuve la semana pasada en el centro de belleza Albanta (Logroño). Ya había tenido el placer de conocer a sus profesionales y daros unas pinceladas de los servicios y tratamientos que ofrecen hace muy poco al haberme hecho un tratamiento de parafina en las manos y un estudio de cejas pero, esta vez, si los servicios anteriores me encantaron, este último me fascinó y me dejó con la boca abierta de los resultados tan espectaculares que noté nada más acabar la sesión.
El tratamiento que me ofrecieron, adecuado al tipo de mi piel, era un tratamiento energizante e impulsor de la juventud cuyos principios activos están extraídos del ginseng siberiano y logran devolver a la piel una luminosidad, actividad de colágeno y, por supuesto, reflejar un aspecto sano, con un tono rosado y una firmeza y tersura indescriptibles.
El servicio comenzó con una limpieza del rostro y escote en el que se aplicó una leche limpiadora, un tónico facial y otro adecuado para el contorno de los ojos y, posteriormente un peeling para eliminar las células muertas y facilitar la penetración de los productos y agentes activos del tratamiento que se iba a aplicar a continuación. De hecho, si algo me han enseñado las profesionales de Albanta ha sido que la limpieza del rostro debe ser el ritual imprescindible, pues no vale de nada gastar un dineral en cremas o tratamientos si no dejamos la piel preparada para que éstos puedan absorberse y actuar en todas las capas más profundas de nuestra epidermis.
Posteriormente preparó el vapor ozono y dejó que actuara unos minutos para proceder a una extracción de puntos negros, impurezas y miliums (o lo que se conoce también como pequeños quistecitos de grasa que se han quedado en alguna zona del rostro).
Una vez tuve la piel totalmente libre de impurezas comenzó a aplicarme los diferentes productos y cremas del tratamiento con un agradable masaje que, no sólo facilitó la absorción del producto, sino que además estimuló el torrente sanguíneo y devolvió a mi piel un tono rosado y luminoso que hacía mucho tiempo que no tenía.
Y para finalizar aplicó un velo de mascarilla directamente sobre mi piel y encima de ésta otro velo de mascarilla plástica que logró relajar mi rostro, eliminar la hinchazón propia de las bolsas de los ojos y dejar mi piel suave e hidratada.
Así me quedó la piel después del tratamiento… ¿Veis la diferencia? A mí me encantó el resultado y, lo mejor de todo, es que una semana después sigo teniendo la piel radiante e hidratada. Os recomiendo mucho este tratamiento, sobre todo si os vais a ir de vacaciones a la playa (como es mi caso) o acabáis de volver de esas vacaciones en el mar, jeje. Este tratamiento reparará todas las agresiones que hemos sufrido por el sol, deshidratación… y devolverá a nuestro rostro luminosidad y juventud.
Si queréis poneros en contacto con estas profesionales podéis hacerlo a través de su web: http://www.albanta95.com/ o por teléfono en el: 941 262 874; El centro Albanta se encuentra en la Calle Múgica, 5 Logroño. MIL BESOS Y GRACIAS POR SEGUIRME SIEMPRE Y, POR SUPUESTO, GRACIAS A ALBANTA POR SUS SERVICIOS Y TRATO TAN EXQUISITO Y PROFESIONAL.
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