Hoy vamos a hablar de otra realidad… De la realidad clara y transparente, esa que es como la vida misma. Por norma general cuando nos gusta un hombre, nos enamoramos y sobre todo cuando empezamos a salir con él queremos parecer la mujer perfecta… Sí, esa mujer que nació sin pelos, que no hace «caca», que siempre va perfectamente peinada y a la que el maquillaje siempre le acompaña…
Pero no siempre podemos ni logramos ser perfectas todo el rato, hay veces que la naturalidad y la realidad superan a la ficción, a la chapa y pintura y sobre todo nos hace ver que la perfección en su estado más puro, no existe… Repasemos entonces algunas de esas situaciones que alguna vez hemos vivido y hemos pensado: «tierra, trágame».
1. EL «PA’ LUEGO»
No sé si todo el mundo sabe lo que es un pa’ luego, pero en mi tierra esa expresión es muy conocida, no obstante, en seguida sabréis de qué os estoy hablando… Estáis en esa cena romántica ambientada con luz tenue, velitas aromáticas, una ensalada deliciosa y… ¡tachán! De repente se queda mirándote fijamente a los labios… Tú, nerviosa, crees que va a besarte, el corazón se te acelera y tu cerebro por dentro está pensando «sí, por favor, cómeme toda la boca» pero resulta que lejos de lo que estás pensando algo te saca de tu ensoñación. Él carraspea de forma incómoda y te dice: «Llevas algo verde en el diente»… (Eso es un pa’ luego señoras, un pa’ luego en toda regla porque ni te va a besar, ni vas a querer que lo haga. Tan sólo tienes ganas de salir lo más dignamente de esa situación y escaparte al baño rápidamente).
2. EL MUÑECO DE BARRO
Esta es la expresión fina de plantar un pino y derivados, vaya, lo que viene a ser ir al baño a hacer aguas mayores… Esa situación sí que es incómoda, ¿eh chicas? Se supone que una mujer elegante, fina, recatada y divina de la muerte tiene el súper poder de no ir al baño NUNCA, y por supuesto… en el caso de que haya que visitar al Sr. Roca, también tiene el súper poder de que todo huela a… ¿a qué huelen las nubes?
Pero la realidad es que hay veces que ni nubes, ni ambientador ni glamour ni nada de nada… Si te entra el apretón, es lo que hay… Y si hay apretón hay un aroma acorde a la situación. Pero desde luego, no hay nada peor que… tras plantar nuestro muñeco de barro ¡mierda! (y nunca mejor dicho), no haya papel… Aquí ya sí que queremos que la tierra nos trague o cambiar nuestros súper poderes (de mierda) por el poder de desaparecer a la de tres, dos, uno, YA.
3. LA TRACA
Si el muñeco de barro nos parecía ultra vergonzoso… Imaginaos el momento en el que, por circunstancias de la vida (y sin estar en una mascletà, muy típica de mi tierra también, por cierto), algo retumba entre el silencio ensordecedor… Y es cuando yo me pregunto… ¿por qué siempre que se nos escapa un pedo no hay ningún ruido que lo disimule? Maldito Karma…
Seguro que alguna vez habéis puesto de excusa… «Ehh… Ahm… ha sido el tacón al moverlo, mira, mira….» Pero cuando intentas hacer un ruido similar con el zapato… Ahí ya sí que te quieres morir… Ni de coña cuela… Te has tirado un súper pedo… Y LO SABES.
4. LLAMAR A JUAN
Has salido con tu chico y, con eso de que estáis empezando y esas cosas, pues os vais de copas a ver si se os pasa la vergüencita… Un blody mary, dos gin tonics, un ron, que si un baile, ahora un mojito y de pronto… ¡URGENCIA! Tienes que llamar a Juan. Y no precisamente al Juan que tienes en la agenda no… Eso estaría mucho mejor…
Intentas vomitar de la forma menos horrorosa posible pero… eso no existe. Te has vomitado la mitad de los zapatos, tu chico mientras te aguantaba el pelo tenía unas acardas pa’ morirse y para colmo, del esfuerzo, se te ha corrido todo el rímel y pareces un oso panda…
En el momento no tienes vergüenza, ni sentido del ridículo… eso llega al día siguiente con la resaca… Y OS ASEGURO QUE ES MUUUUCHOOO PEOR.
5. LA ROJA
Cuando tu chico piensa en «La Roja» piensa en fútbol y cuando una pelota está en su mente no hay nada más… Pero cuando son sus pelotas las que van a entrar en juego esa noche romántica que teníais tantas ganas de pasar juntos al más puro estilo 50 sombras de Grey… Resulta que tu prima, (la otra roja) ha decidido hacerte una visita… Eso sí que es un golpe en las pelotas…. Esa noche, ni gol, ni entrenamiento, ni calentamiento ni nada de nada. Tarjeta roja y expulsión.
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