Hoy no haré una crónica periodística ni daré datos. Creo que lo que vemos todos y cada uno de los días en los medios de comunicación es un fiel reflejo de la situación insostenible a la que están sometidas muchas mujeres. Hoy, sólo quiero dar mi opinión no como profesional, sino como mujer…
Hace unos meses mientras ejercía mi profesión en otro medio de comunicación tuve la oportunidad de celebrar el día internacional de la mujer como periodista. Me sentía orgullosa demostrando que la igualdad se había ido logrando poco a poco. Sin embargo cuando comencé una de mis entrevistas me respondieron algo que me hizo ver la realidad de una manera distinta: «Mientras se siga celebrando el día internacional de la mujer es que todavía quedan tareas pendientes». Eso fue lo que me dijeron y es lo que me gustaría transmitir hoy en un día como este… El día internacional contra la violencia de género.
Como mujer valoro mucho que existan días conmemorativos en el que se muestre todo el apoyo a aquellas personas que han sido o están siendo víctimas de esta violencia que no sólo es física sino también psíquica.
Los malos tratos no siempre son aquellos que dejan rastro o aquellos que acaban con la vida de otra persona. Hay veces que el silencio mata en la misma manera, que destruye el alma de muchas mujeres y que, incluso, las lleva a tomar iniciativas sin retorno para escapar del infierno que están viviendo.
Sin embargo un día no es suficiente para aunar fuerzas. Hoy debe ser el comienzo para decir «ya basta»… Y no sólo es tarea de mujeres, también de esos hombres que un día perdieron el respeto hacia su mujer y hacia ellos mismos.
Generalmente este tipo de violencia se da en parejas, en matrimonios y en casos de ruptura. ¿En qué momento lo que era amor, ternura y pasión se convirtió en una pesadilla? Seguramente muchas no recordarán cuándo comenzó a torcerse la situación, pero sí que se les ha quedado grabado a fuego aquél día cuando la golpearon; o aquél día en el que sintió que no valía para nada; o aquél día en el que fue consciente de que su vida iba a terminar en ese mismo instante…
Por eso, un día no basta para erradicar un problema de tal magnitud… Está claro que cada granito de arena al final forma una montaña y que, afortunadamente, tanto las asociaciones como autoridades están trabajando muy duro para que todas puedan llegar a la cima y escapar de las manos de quien las maltrata.
Pero sigo pensando que la verdadera lucha es la de lograr que este día internacional contra la violencia de género deje de existir porque eso significará que ya no queda nada pendiente. Habremos acabado, por fin, con la violencia de género.
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